Veterinaria Salburua

Los animales exóticos cambiaron mi vida

Si hace 21 años, cuando terminé la carrera, me llegan a decir que a día de hoy el 80% de mis pacientes iban a ser animales exóticos… Me hubiera sorprendido mucho. Desde los 18 años he tenido gatos: Copito, Kitty, Deisy, Hachís, Gosu, Itsusi, Moco, Mao… y pensé que trabajaría en una clínica de medicina felina, pero los exóticos llegaron a mi vida. Diego Prieto criaba serpientes y loros en Mallorca, él nos dio nuestros primeros agapornis y le cuidábamos las pitones y serpientes del maizal cuando se iba de vacaciones. Mi jefe Joan Llull me dio carta blanca para tratar los hurones y conejos que iban llegando a Mon Veterinari, y a su vez me enseñaba todo lo que sabía de aves. Era el año 1998. El grupo de AVEPA de veterinarios de animales exóticos se había fundado hacía poco y ya comenzamos a asistir Ramón Ferrández y yo a charlas. En los años siguientes conocimos a Beatriz Álvarez Carrión, Jaume Martorell, Andrés Montesinos, Neus Morera, María Ardiaca, y nos reencontramos con Asier Basurco con el que coincidimos en Zaragoza en la facultad y también se había especializado en animales exóticos. Arropados por todos estos compañeros, cuando vinimos a Vitoria y abrimos Veterinaria Salburua ya estaba claro: los animales exóticos serían parte importante en nuestro futuro.

Ramón Ferrández volvió a Zaragoza donde tiene su clínica Pelos, plumas y escamas. Yo me quedé en Vitoria, y para trabajar en Veterinaria Salburua una cosa está clara: te tienen que gustar los conejos, has de reírte con los hámsters, querer achuchar a los cobayas, apetecer acariciar a los lagartos, jugar con los hurones y hablar a los pájaros… porque es nuestro día a día.

Sí, soy veterinaria de exóticos. Hace 20 años eran 4, hace 15 éramos los raros, ahora es uno de los grupos más numerosos de la Asociación de Veterinarios AVEPA, bien organizado, con grandes y destacados profesionales, con especialistas reconocidos. Ya no somos los raros, ahora los veterinarios de exóticos tenemos muchos adeptos jóvenes y con ilusión que vienen pisando fuerte, y buenos patólogos que nos ayudan en el diagnóstico. Doy gracias a todas las personas que han hecho posible que me forme, que me han ayudado cuando tenía un caso difícil, una especie extraña o simplemente veía algo por primera vez. Gracias al GMECAE porque hay veterinarios comprometidos y generosos. Aquí me encontraréis, en Veterinaria Salburua con mis exóticos, o Nuevos Animales de Compañía, como dicen ahora, o simplemente con mis BITXILLOS como digo yo.

Marisol con un conejo
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