Veterinaria Salburua

¡MI PERRO TIENE MIEDO A LOS PETARDOS!

En poco tiempo tendremos aquí las navidades, y con ellas, las consabidas tracas de petardos y demás fuegos de artificio. A pesar de que nuestra ciudad estableció un límite de tiempo para este tipo de festejos, la realidad es que muchas veces no se cumple, y que desde días e incluso semanas antes, ya podemos oír como la gente prueba los petardos que acaban de comprar. Lo mismo nos ocurre en las fiestas de los barrios o en los pueblos, este tipo de ruidos pueden sucederse durante días. Los que tenéis un perro al que le aterrorizan los petardos, conocéis el resultado: nuestro mejor amigo aterrorizado durante días, escondiéndose como puede, dejando de comer, durmiendo mal, e incluso rechazando salir a la calle durante semanas después de acabar los festejos. Un auténtico suplicio para toda la familia. Pero tenemos una buena noticia: podemos ayudar a nuestros amigos de cuatro patas a mejorar su estado durante esos días, incluso puede llegar a superar su miedo si hacemos el trabajo adecuado.

Lo primero que tenemos que saber es que el miedo a los ruidos fuertes y repentinos es algo normal. Dar un brinco o incluso huir ante algo desconocido que puede suponer una amenaza es un método de supervivencia totalmente válido para cualquier especie animal. Imaginaos un ciervo que no huya ante un disparo: sería algo anormal, y provocaría su muerte. La clave para diferenciar entre un susto «normal» y el miedo o incluso la fobia, está en el tiempo de recuperación. Ante un pequeño susto, nuestro perro debería recuperarse y volver a ser totalmente «normal» en unos segundos, como mucho unos pocos minutos si el susto ha sido grande.

¿Pero que sucede cuando pasan los minutos, las horas o o incluso los días, y nuestro perro no consigue relajarse? Entonces estamos ante un caso de miedo o fobia a ese tipo de ruido. La diferencia entre miedo y fobia no siempre es fácil de percibir: deberíamos dejarlo en manos de un profesional que establecerá el protocolo adecuado para cada caso. Pero en ambas situaciones podemos mejorar mucho la calidad de vida de estos perros, e incluso con el trabajo suficiente solucionar el miedo por completo.

El tratamiento de este tipo de miedos suele estar compuesto de dos partes: una parte de modificación de conducta y una parte farmacológica. Ambos tratamientos deben ser establecidos por un profesional. En la clínica Veterinaria Salburua estaremos encantadas de ayudaros a trabajar con el tratamiento más adecuado para vosotros, ya que el tratamiento no es siempre el mismo en todos los casos.

¿Qué puedo hacer para prevenir este tipo de miedo, o para paliarlo si ya es «tarde» para solucionarlo en este momento, porque estamos en plenas fiestas, o llevamos una semana de fuertes tormentas? A continuación os dejo una serie de consejos a seguir para ayudaros, aunque recordar que la recomendación es que acudáis cuanto antes a la clínica para que podamos ayudaros de forma personalizada:

  • Permitir que se esconda. Si encuentra un sitio en el que se siente seguro, permitirle esconderse, e incluso reforzar ese sitio tapándolo y aislándolo aún más. Cuidado con animalitos pequeños, pueden meterse en los lugares más insospechados y darnos un susto (lavadoras, hornos, … revisar todos los lugares «peligrosos» si nuestro perro o gato está asustado y tiende a esconderse antes de poner en funcionamiento este tipo de electrodomésticos).
  • No castigarle. Imaginaos si algo os asusta a vosotros, y alguien encima os chillase u os agrediese. Seguramente no ayudaría a que os sintáis más seguros, ¿verdad? Pues lo mismo les ocurre a ellos. Nunca debemos castigarles por estar asustados, ellos no pueden evitarlo. De hecho, si se sienten mejor si estamos con ellos y les acariciamos, podemos hacerlo, no vamos a incrementar el miedo.
  • Aplicar tratamientos de feromonas: Existen en el mercado tratamientos no farmacológicos, que no requieren análisis ni controles veterinarios previos, pero que pueden ayudar a nuestras mascotas a reducir su ansiedad y su malestar. Acércate a la clínica y te ayudaremos a escoger el más adecuado para vosotros.

Esperamos que este artículo os haya ayudado. Recordad, aunque es natural tener miedo ante ciertos ruidos, lo que no es normal es sufrir durante horas o días a causa de ellos. Si tu mejor amigo lo pasa mal en estas situaciones no lo dejes pasar porque suceda solo «un par de veces al año», ayúdale para que sea feliz los 365 días del año. Si aún estáis indecisos de si el caso de vuestro perro necesita que actuéis, os dejo un enlace a un test que os ayudará a decidirlo:

Encuesta miedo a ruidos

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