Mediante el Real Decreto 666/2023 los veterinarios hemos de cumplir una serie de normas antes de prescribir un fármaco.
Los veterinarios estamos obligados a realizar una exploración física del paciente, y basándonos en esa revisión y las pruebas que se consideren adecuadas dar recomendaciones al titular del animal para que la salud del paciente mejore.
Dichas recomendaciones pueden ser de alimentación, ejercicio, cuidados, y en muchas ocasiones fármacos. Cuando hay fármacos se habla de prescripción (y se prescribe mediante una receta)
Por el bien del animal estos fármacos han de ser de uso veterinario, es decir, que haya estudios de dosis, farmacocinética, que asegure que al medicamento le va a ayudar. Que se hayan estudiado los efectos secundarios y se haya aprobado para esa patología y para esa especie. (A eso le decimos que tiene registro para esa especie)
En ocasiones existe un fármaco veterinario admitido en nuestro país, pero no en esa especie animal (por ejemplo, está registrado en perros pero no en conejos). Si lo recetamos porque consideramos que le va a ayudar, se llama prescripción excepcional. Y sólo si no existe un medicamento veterinario así para la dolencia que queremos tratar, podríamos usar uno de personas.
Este punto está bien recogido en la ley del medicamento, y si no lo cumplimos se dice que “nos hemos saltado la cascada de prescripción”
Los veterinarios disponemos de un Botiquín veterinario, dado de alta en Farmacia de Gobierno Vasco, a nombre del veterinario director de la clínica. Dicho botiquín sirve para que todos los veterinarios de la clínica puedan usar esos medicamentos (tanto en cirugías, como en hospitalizaciones y consultas)
Nosotros podemos aplicar fármacos en la consulta para empezar lo antes posible, incluso ceder medicamentos para asegurar que el tratamiento no se interrumpa, y después prescribir (recetar) para que el responsable del animal compre los fármacos en el canal adecuado (por ejemplo, una Farmacia Veterinaria)
Dicha receta puede ser en papel o electrónica, y siempre el veterinario ha de reflejarlo en su historial y guardar las recetas 5 años.
La receta tiene una validez de 5 días para antibióticos, un mes para el resto de los fármacos, y tres meses para fármacos crónicos.
Cuando se trata de fármacos antibióticos, hay que tener muy en mente una serie de conceptos:
- Hace 150 años que disponemos de antibióticos (desde que Louis Pasteur descubrió la penicilina en 1877) y ya muchos microbios se han acostumbrado y son resistentes a su uso.
- EL uso prudente y responsable de antibióticos es imprescindible (además de una exigencia Europea) para luchar contra la resistencia a antibióticos y proteger la salud (tanto salud animal, como salud pública y medio ambiente)
- Algunos antibióticos sólo deben usarse previo cultivo y antibiograma (prueba especial para saber qué bacteria es y qué antibióticos tienen más éxito contra esa bacteria)
A partir de Enero de 2025 los veterinarios estamos obligados a comunicar todos los antibióticos que prescribimos (los que ponemos nosotros y los que recetamos para que el responsable del animal compre en la farmacia) y volcar los datos a Presvet (es una herramienta del Ministerio para monitorizar y vigilar las prescripciones de antibióticos)
En las recetas hay algunos campos obligatorios como:
- Identificación del paciente (si es perro, gato o hurón, el número de microchip).
- Teléfono del responsable del animal.
- Teléfono del veterinario.
- Indicaciones de uso del antibiótico, incluido si es curativo o profiláctico y qué porcentaje del envase se recomienda usar)
En el futuro se espera que todas las recetas que se emitan en animales de compañía sean electrónicas, en vez de la receta tradicional. Será un código (código numérico, QR, de barras…) algo que el farmacéutico pueda descifrar en la oficina y acceder a la información. Y que permita seguir la trazabilidad, como por ejemplo saber realmente qué cantidad de medicamento adquirió el responsable del paciente y qué día.
¿Te gustaría saber algo más sobre este tema?
Puedes escribirnos a veterinariawecansalburua@clinicaswecan.com o llamar al 945009009
